sábado, 12 de mayo de 2012

MI FIV

Son muchas las emociones que uno experimenta al enfrentarse a un tratamiento así. Y también invaden pensamientos, positivos y negativos. El miedo creo que es algo que nos pasa a muchos (al menos a mí me pasó), y no sólo al resultado, sino a cada uno de los pequeños pasos que se van dando. Primero, a poder enfrentar el gasto que conlleva, miedo al dolor físico, a lo que implique el tratamiento. Después, miedo a responder adecuadamente a la medicación, ni de más de ni de menos. En cada visita, uno espera ver la cantidad adecuada de folis, no ver nada raro, que no sean pocos ni muchos, que tengan buen aspecto y tamaño, etc. Y así se va caminando cada pasito, superando cada pequeña etapa. Luego, el miedo a la punción, a que se puedan aspirar todos los folis, que los óvulos sean de buena calidad, que se logren los suficientes embriones. Y una vez conseguido esto, que los embris sigan progresando, que lleguen al tercer día para ser transferidos, y cuando por fin llegas a la transferencia, rogando para que se queden, día tras día.

Y así uno llega al día de la beta, con todos los miedos pero preparado para enfrentar las noticias, porque uno sabe que el deseo de ser mamá es más fuerte.
A nosotros nos tocó recibir la buena noticia, la beta es positiva! Estoy embarazada!
Gracias por estar siempre conmigo, y perdón si me desaparecí, pero creo que ustedes van a entender mejor que nadie, toda la energía que se necesita concentrada para un tratamiento.
Un beso enorme a todas!